¿Qué cambió entre la temporada 1 y la temporada 2?
La comparación de estrategias de marketing entre la primera y segunda temporada de The Last of Us nos revela cómo una franquicia puede evolucionar de un éxito gamer a un fenómeno global.
La serie comenzó su camino enfocada en los fanáticos del videojuego original, con una estrategia precisa de fidelización. Sin embargo, tras su éxito rotundo en HBO Max, el enfoque cambió por completo: ahora apunta a una audiencia mucho más amplia, incluyendo a personas que no tienen ninguna conexión con el universo gamer.
Desde mi experiencia como espectador, noté que en la primera temporada la esperaban más los gamers, y dado al éxito que tuvo en Max, ahora en la segunda la esperan también quienes nunca jugaron el videojuego. Este cambio de perfil de audiencia es fundamental para entender por qué las estrategias de marketing son tan distintas.
Estrategia de marketing de la primera temporada: Una carta para los gamers
La primera temporada de The Last of Us fue lanzada con una estrategia claramente enfocada en los jugadores. El marketing aprovechó la nostalgia, la fidelidad visual al videojuego y el vínculo emocional que los fans ya tenían con los personajes.
Las campañas se centraron en canales especializados: foros gamer, comunidades en Reddit, Twitch, y entrevistas técnicas en YouTube. Los tráilers mostraban escenas que eran casi réplicas del juego, buscando validar la experiencia original más que reinventarla.
El mensaje implícito era: “Sabemos lo que significa este juego para ti. No lo vamos a arruinar.”
Esto generó una respuesta orgánica muy positiva por parte de los fans. Y es que la comunidad se sintió incluida desde el primer momento, lo que fue clave para el éxito inicial.
Comparación de estrategias de marketing en la segunda temporada de The Last of Us
Con el éxito de la primera temporada, HBO vio la oportunidad de llevar la serie mucho más allá del público gamer. La comparación de estrategias de marketing entre la primera y segunda temporada de The Last of Us muestra una transición inteligente: de lo técnico a lo emocional, de lo nicho a lo masivo.
El marketing de la segunda temporada apela al espectador general. Los tráilers dejan de enfocarse en la fidelidad al juego y se concentran en emociones, relaciones, traumas y dilemas humanos. El juego ya no es el centro de la estrategia: la historia lo es.
Se ha incrementado la presencia en medios mainstream, con apariciones en talk shows, contenido exclusivo para Instagram y TikTok, y colaboraciones con influencers fuera del ámbito gamer.
Como espectador, fue evidente que la expectativa ahora proviene de todos lados: en la primera temporada la esperaban los gamers; en la segunda, la espera todo el mundo.
Segunda temporada: Marketing para un público global
La estrategia para la segunda temporada parte de una base completamente distinta. Ya no se necesita “convencer” a los fans del juego. Ellos están dentro. Ahora la pregunta es: ¿cómo mantenemos el hype y lo llevamos más lejos?
Y la respuesta ha sido simple: construyendo una mitología accesible. El nuevo marketing pone énfasis en el drama emocional, los giros narrativos y las relaciones complejas. Se ha dado especial protagonismo a los nuevos personajes, dejando espacio al misterio y evitando los spoilers del videojuego.
La campaña está más alineada con series mainstream como The Handmaid’s Tale o The Walking Dead que con una adaptación de videojuego. Usan clips breves, pero intensos, con frases potentes. Colaboraciones con influencers de cine, no necesariamente del mundo gamer. Y presencia constante en eventos como Comic-Con, festivales de televisión y redes como TikTok e Instagram.
Se nota un uso más agresivo de contenido emocional: tráilers centrados en la pérdida, la venganza, la humanidad. Todo esto, claro, apoyado en una estrategia de expectativa bien dosificada: el contenido llega en momentos clave, se filtra estratégicamente, y cada aparición de Bella Ramsey o Pedro Pascal genera conversación.
Estrategias de marketing emocional en The Last of Us: del cross-marketing al impacto emocional
En su primera temporada, el marketing de The Last of Us fue un ejercicio de cross-promoción entre el videojuego y la serie. Se sincronizaron campañas de relanzamiento del juego, entrevistas con desarrolladores, y análisis técnicos que reforzaban la fidelidad de la adaptación.
En cambio, en la segunda temporada se apuesta por una narrativa emocional. El foco está en el drama humano, en los vínculos y en las decisiones difíciles que enfrentan los personajes. Este enfoque permite conectar con una audiencia más amplia, incluso con aquellos que nunca han jugado el videojuego.
Este giro no solo es acertado, sino necesario: porque si bien el fan original ya está cautivado, el crecimiento de la audiencia depende de apelar a emociones universales.
Estrategias digitales y redes sociales: Del hype gamer al fenómeno viral
Otro cambio brutal ha sido el uso de redes sociales. En la primera temporada, el contenido se centraba en detrás de cámaras, entrevistas a los creadores, y detalles técnicos del proceso de adaptación.
Ahora, el contenido es emocional, visual, rápido y viral. Clips de menos de 15 segundos. TikToks con frases potentes. Reacciones de fans. Recopilaciones de momentos clave. Y muchas dinámicas pensadas para compartir.
La estrategia es clara: convertir cada fragmento de la serie en contenido compartible.
Además, HBO ha apostado por un enfoque más visual: contenido cinemático que no necesariamente requiere contexto. Esto lo vuelve atractivo para quienes ven el clip por primera vez. Se genera intriga, se dispara la curiosidad. La segunda temporada se promociona como una historia potente, sin necesidad de background gamer.
Público objetivo: de los mandos a los corazones
Otro elemento fundamental en esta comparación de estrategias de marketing entre la primera y segunda temporada de The Last of Us es el público objetivo.
En la primera temporada, los mensajes eran técnicos, centrados en la autenticidad. Ahora, el marketing se dirige a las emociones. A personas que buscan una buena historia, no necesariamente una adaptación de videojuego.
Esta transformación ha permitido que incluso quienes no conocen a Joel y Ellie sientan interés, se emocionen y compartan la experiencia. Lo viví de cerca: personas en mi entorno que jamás jugaron el videojuego hoy están esperando la nueva temporada con entusiasmo genuino.
Engagement y comunidad: Cómo The Last of Us cultivó una audiencia leal
HBO ha sabido mantener viva a la comunidad con una estrategia de engagement dual: dar guiños al fan original y nutrir al nuevo público.
Se organizan eventos interactivos, campañas participativas en redes, y contenido exclusivo que alimenta el entusiasmo entre temporadas. Esta combinación mantiene alto el nivel de conversación digital y extiende el ciclo de vida de cada episodio mucho más allá del día de estreno.
Una franquicia que muta y crece con su audiencia
La comparación de estrategias de marketing entre la primera y segunda temporada de The Last of Us deja una enseñanza clara: el éxito no solo depende del producto, sino de cómo se comunica.
La primera temporada fue una carta de amor a los gamers. La segunda, un drama con alma propia. Esta evolución estratégica no solo ha ampliado la base de fans, sino que ha consolidado a The Last of Us como una franquicia transmedia capaz de trascender formatos y públicos.
Desde mi punto de vista, como fan y espectador, el cambio ha sido evidente y efectivo: la primera temporada la esperaban los gamers, la segunda la espera el mundo.
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